miércoles, 11 de abril de 2018

Diez consejos para visitar lugares abandonados



De unos años para acá, se ha puesto muy de moda visitar lugares abandonados para sacar fotos o vivir nuevas experiencias. Este tipo de espacios tienen un encanto especial. Quizá por la sensación de que se ha congelado el tiempo en ellos o los ha deformado hasta aportarles una belleza particular.
Tras el óxido, los cristales rotos, los escombros, las humedades y las estancias vacías se esconden millones de historias y vivencias de las personas que antaño habitaron estos lugares.
Si tú también quieres adentrarte en este tipo de aventuras, aquí tienes diez consejos a tener en cuenta para que tu peripecia sea satisfactoria. No hace falta que seas triatleta, ni que tengas un máster en prevención de riesgos laborales. Simplemente, utiliza tu sentido común.

1- Información y planificación
Es importante saber a dónde vas para hacer una idea de lo que te puedes encontrar. El primer paso es recopilar información sobre el lugar. Si es una propiedad privada, lo ideal es preguntar antes a sus propietarios. Si esto no es posible, hemos de recordar que, si accedemos a un lugar habitado, puede suponer que estemos cometiendo un allanamiento de morada, lo que nos puede traer problemas con las autoridades.
Para evitarnos disgustos, podemos recavar información por la red, preguntar a gente de los alrededores o a personas que hayan estado anteriormente.

2- Equipo
Si para para ir de fiesta te pones elegante, para ir a sitios abandonados es mejor todo lo contrario. Ante todo, ropa cómoda que no te importe que se ensucie. Un buen calzado es primordial para no resbalar o hacernos daño.
Podemos llevar una mochila ligera con lo indispensable: móvil (siempre con batería por lo que pueda pasar), llaves, documentación, agua, botiquín… Las manos, cuanto más libres mejor. Recordemos que nos adentramos en un entorno que nos puede resultar peligroso.
Las linternas son muy útiles si nos vamos a adentrar en sitios oscuros. Procura tener una siempre a mano. Si vais a echar unas fotos, llevad también lo indispensable.

3- Precauciones
Nunca te adentres en este tipo de sitios en solitario. Vé con un par de colegas, pero tampoco te lleves a tu equipo de fútbol. Cuanto más desapercibido se pase, mejor. Así que nada de dar el cante. Hablad en voz baja e intentad no hacer ruido. Obviamente, no rompáis ni os llevéis nada.
Si el lugar está cerrado y tenéis que saltar un muro de 5 metros o reventar una cerradura, DESISTID. Lo que os pase dentro o los daños que causéis serán vuestra responsabilidad.
Decidle a alguien de confianza a dónde vais a ir. De esta forma, os cubriréis las espaldas en caso de que os quedéis atrapados u ocurra un accidente.

4- Respeto
Si estáis dentro y os ve algún vecino o aparece un vigilante de seguridad, un propietario o la policía, sed sinceros y actuad con normalidad. Si les explicáis que habéis visto que estaba abierto y que vais a hacer unas fotos o que os interesan los paisajes degradados y la arquitectura industrial, suelen entrar en razón. Acatad lo que os digan y no os metáis en problemas. Lo más probable es que os digan que os larguéis, pero nunca está de más pedir disculpas si es necesario.

5- Anticiparse a los riesgos
Mirad por dónde pisáis y no toquéis sin ver. Puede haber cristales rotos, basura, pozos o desniveles. También podéis toparos con suelos resbaladizos, objetos cortantes y demás cosas que pueden haceros mucho daño. Así que mucho ojo con el suelo y, si llevas cámara, no te “empantalles” demasiado.
Tampoco hemos de olvidar que también hay peligro sobre nuestras cabezas. Fijaos con detalle en las condiciones de los tejados de los edificios. Pueden desprenderse materiales y jugarnos malas pasadas. Un casco es una buena opción por si las moscas.
Las alturas no son amigas de la seguridad, así que si veis que una estructura es inestable o el suelo de las plantas está muy deteriorado, no os arriesguéis.


6- Ni Rambo, ni tiquismiquis

Siempre hay alguien que se flipa y quiere mostrar sus dotes físicas saltando una pared, colgándose de una torre o queriendo llegar primero a los lugares. Esto no es un deporte. No vas a ganar ninguna medalla. No corras, ni te arriesgues a abrirte la cabeza por exceso de confianza. No te pongas a trepar por una chimenea si no tienes ni idea de escalar, ni dispones de equipamiento necesario para ello. Ve con calma, disfruta del paisaje y déjate llevar por el silencio que suele habitar estos lugares.
Tampoco pienses que esto es como ir a la playa a tomar el sol o a echar una partida a la brisca. Donde hay abandono, hay suciedad, ratas, insectos y demás fauna que tiene más derecho a estar allí que tú y que yo. También puede haber lugares a los que no es fácil acceder y quizá tengas que arrastrarte, saltar o hacer algún pequeño esfuerzo. Sé consciente de tus capacidades y no te obligues a hacer nada que creas que no puedes hacer.

7- El plan B
Como he relatado en el punto número 4, a veces llegas al lugar y te lo encuentras inaccesible o el acceso está vigilado. Por ello, es bueno tener un plan B como alternativa. De esta forma, el viaje no será en balde y tendréis ocasión de conocer otros enclaves diferentes que colmen vuestras expectativas.

8- Previsión
Igual que llevas chubasquero por si llueve, calcula las todas las circunstancias que se pueden dar. Si entras, comprueba si puedes salir por el mismo sitio o buscar otra salida. Nunca te separes de tus colegas y afinad bien vuestros sentidos. Nunca se sabe por dónde nos puede venir el peligro, así que no nos confiemos. Un accidente en un lugar así puede ser algo muy chungo. El principal objetivo es salir sano y salvo. Sí, también con unas buenas fotos y algo que contar a tus colegas, pero ser prudente nunca está de más.


9- En caso de accidente
Lo primero es mantener la calma para resolver la situación de la forma más adecuada. No es lo mismo cortarse con un cristal o pegarse un coscorrón con una puerta, que caer por un agujero de seis metros. En el primero de los supuestos, saca tu botiquín y cúrate lo antes posible. No dudes en acudir a un centro sanitario si las heridas revisten gravedad.
En el segundo caso, que esperemos que no os pase nunca, también es necesario mantener la calma y no precipitarse, pero además, llamaremos al 112 lo antes posible y minimizaremos los riesgos a los que nos podemos ver expuestos. Si un techo se derrumba hay que salir a un lugar abierto lo antes posible y en condiciones de seguridad.

10- Deja el lugar igual que como te lo encontraste y sé discreto
El vandalismo y el pillaje campan a sus anchas donde hay abandono. Hay gente que se dedica a romper mobiliario por diversión y a llevarse todo aquello que tenga algún valor. Es raro encontrarte un sitio así que no hayan quemado y destrozado, lo que repercute en una imagen negativa hacia los que tenemos un interés artístico por este tipo de instalaciones. No seas cafre y no les des ideas a los cafres. Por eso, conviene que no reveles la ubicación exacta del lugar, ni detalles que puedan dar pistas a los amigos de lo ajeno.

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