El pasado domingo 19 de julio se
celebraron les fiestes populares del Carmen, un céntrico barrio de
Xixón. Servidor, que había salido y desfasado el día anterior, se
levantó medio resacoso, pero seguía habiendo gana de folixa, jaja.
Había oído hablar de estas fiestas,
que se llevan celebrando desde hace ya unos cuantos años, así que
me animé a echar un ojo y a mezclarme con los vecinos y curiosos que
se congregaron en la calle Almacenes.
Lo que más llama la atención, es el
ambiente que se respira. Vecinos y amigos en torno a una mesa para
compartir empanada, sidra y fabada, juegos infantiles para los más
pequeños y reivindicación, la cuál no tiene que estar reñida con
la fiesta.
A las 14:30 horas se empezó a
repartir la fabadona, cuyo precio era la voluntad. Servidor, que
llegó sobre las tres de la tarde, todavía pudo degustar un buen
platao, con su morcilla y su chorizo y regado por una cerveza Caleya
(hay que tirar por lo nuestro, jejeje). En la barra también se
vendía sidra L'Allume, (otro proyecto, al igual que Caleya,
cooperativo de producción de la bebida asturiana por excelencia). El
que quisiera, tenía la opción de degustar una fabada con setas, una
idea que me pareció genial para aquellos que no comen carne o
comprar un trozo de empanada o bollos preñaos.
Además, mientras dábamos buena
cuenta de las viandas que acercaban los vecinos y que ofrecían en la
barra, la tarde estuvo amenizada por La Bandina l'Compangu, que nos
deleitaron con canciones tradicionales asturianas. Gaitas,
acordeones, flautas y panderos animaron la sobremesa. La gente tenía
ganas de pasárselo bien.
Se me olvidaba comentar que tambíén
hubo un recuerdo para los detenidos el 14-N. Los vecinos se juntaron
portando pancartas para pedir la libertad de gente represaliada por
ejercer su derecho a huelga. En este enlace os dejo más información
sobre el tema:
Para mí, el barrio del Carmen siempre
fue uno de los lugares con más encanto de Xixón. Sus calles
peatonales y tranquilas se han visto transformadas estos últimos
años por terrazas y negocios de hostelería, pero no ha perdido su
carácter popular. De hecho, algunos negocios de la zona ayudan a
realizar estas fiestas, promovidas por Picu Rabicu y el C.S.
Sestaferia.
Según rezaba el cartel, estaba
previsto continuar la fiesta en el local de Sestaferia, a unos pocos
metros de allí. El caso es que hacía tanto calor y la gente estaba
tan de buen rollo que se prefirió seguir la fiesta en la misma
calle. Un dj y un micro fueron suficientes para que todos nos
animáramos a bailar y confraternizar. Sonaron temas desde Rage
Against the Machine hasta la Pantoja, desde Kortatu hasta Rafaela
Carrá, desde Felpeyu hasta Lendakaris Muertos. Vamos, que había
variedad musical y de edades, puesto que todos, desde los más
grandes a los más pequeños, pudieron disfrutar de este día
festivo.
Este de abajo es uno de los edificios
que siempre me llamaron la atención por su colorido y estructura.
Está enclavado justo en la misma calle en la que se celebraron las
fiestas:
Por último, como detalle curioso, os
dejo este escudo que me encontré allí mismo. Pertenece a la
sociedad gastronómica Andecha. Como podéis observar, tiene
tenedores, cuchillos y cuchara, chorizo, morcilla y una vieira a modo
de corona. La parte central la forman un gochu y un bugre y lo que
más me llamó la atención fueron los percebes de la parte de abajo.
Y, ahora sí, para terminar, no puedo
dejar de recomendar estas fiestas. Así que ya sabéis, para los que
os guste pasar un buen rato en un ambiente cercano y distendido, el
año que viene no podéis faltar a esta cita. No os arrepentiréis, os lo aseguro.
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