miércoles, 11 de mayo de 2011

Diario de Viaje V

En esta foto he intentado jugar con el movimiento en condiciones de poca luminosidad.
 He intentado que resalten las luces de los coches, las farolas y los semáforos. Creo que le dan expresividad y reflejan lo que buscaba. El lugar donde está tomada la instantántea es la avenida de la Constitución de Gijón.

 Otro intento de retrato, esta vez, jugando con el movimiento y las luces del local.

Un día cualquiera, echando unos tragos en Cimadevilla, me fijé en esta plantilla de un peatón. Me hizo gracia y no dudé en inmortalizarla antes de que los servicios municipales de limpieza se dieran cuenta.
 Volviendo a la temática rural, aquí aparece el otro hórreo de mi madre. También fue trasladado hace unos 5 años.
  Mi abuelo era cazador y pescador. La caza la tenía como hobbie y la pesca era su modo de vida. Mi madre decidió poner algunas de las piezas que mi abuelo se cobró hace ya muchos años. Se trata de la cabeza de un jabalí, de un venao y de dos corzos.
 Este cráneo viene de mucho más lejos. Concretamente, del Sáhara. Mi hermana viajó hasta allí para llevar ayuda a los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, en Argelia. Se trata del cráneo de un camello. Todavía no me explico qué pensarían los agentes aduaneros al encontrar esto en la maleta de mi hermana.
 Detalle de una de las vigas del hórreo, decorada con sacacorchos antiguo.
 Esto es una teja antigua que adorna un pegoyu del hórreo. La pintó mi hermana.
Y esta es la casa donde nacieron mi abuela y sus hermanos. Está en Miyares (Amieva). Es la típica construcción asturiana, con corredor de madera. Como apunte, esta casa hizo las veces de intendencia del bando republicano en la Guerra Civil. El hórreo que está en frente y que no aparece en la fotografía fue utilizado como polvorín.

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